Es la infraestructura cultural más reciente de Mallorca, inaugurada en octubre de 2012 tras cinco años de retraso. El edificio destaca por su estructura y funcionalidad, en cuyo diseño han colaborado varios arquitectos. Dos de ellos, Lluís Dilmé y Xavier Fabré, dirigieron el proyecto de reconstrucción del Liceu de Barcelona tras el incendio de 1994.
El edificio tiene una superficie construida de 5.500 metros cuadrados y cuenta con una sala principal (con capacidad para 785 personas), sala polivalente (125 personas) y sala de reuniones (50 personas). Dispone de un amplio escenario con foso para los músicos, además de dos salas de ensayos y nueve camerinos.
Acceso discapacitados