La chilena Magdalena Correa propone un recorrido artístico y antropológico por la Antártida austral, una especie de desierto helado que esconde espacios vitales de extrema dureza.
La artista no presenta un trabajo documental. Más bien acerca su mirada a una naturaleza irreal y a aquello que la envuelve. Así consigue construir un discurso artístico de gran belleza plástica, subyugante, emotivo y estremecedor.