Es el proyecto ganador de la V Beca de producción a la creación videográfica DKV-Es Baluard, que ahora puede verse en el espacio Observatori del museo. El trabajo de la artista Irene de Andrés se sitúa en uno de los mayores y más antiguos complejos turísticos, Prora, en la isla de Rügen, en la costa del mar Báltico al noreste de Alemania.
Una edificación levantada en la Alemania Nazi durante los años 1936 y 1939, cuando fue abandonada al estallar la Segunda Guerra Mundial. Tras casi medio siglo, Prora empieza a tener una nueva vida, en cierto modo cumpliendo con su propósito original.