Santa Escolástica es el 10 de febrero, pero en Santanyí lo celebran el domingo más próximo a este día, cuando no coincide con la festividad. La costumbre es subir andando hasta la ermita de la Consolación, situada en una colina junto a S’Alqueria Blanca. Allí se celebra una misa y se invoca a la santa, abogada de la lluvia, para que procure una buena cosecha.