El 54 Festival de Pollença se acerca también a las artes plásticas con esta instalación en la iglesia del Convent de Sant Domingo. Se trata de una creación de la artista mallorquina Astrid Colomar (1970) y se compone de un vídeo documento, una escenografía suspendida, una expresión sonora brutal y una pintura abstracta que se transforma día a día.
Aunque su obra se basa fundamentalmente en la abstracción pictórica, Colomar utiliza también la fotografía, la transformación de objetos, la instalación, la palabra o el vídeo.