Can Monroig acoge el trabajo reciente del fotógrado mallorquín Gabriel Ramón, una serie de retratos en blanco y negro al colodión húmedo que dan a la obra un carácter anacrónico y enigmático.
Esta técnica, inventada en 1851 por Gustave Le Gray, consiste en la utilización del colodión, una especie de barniz que se vierte líquido a las placas de vidrio. La placa ha de permanecer húmeda durante todo el proceso, lo que suponía que los fotógrafos tenían que llevar consigo el laboratorio para preparar la placa antes de la toma.
Un inconveniente que provocó el abandono de la ténica en la década de 1880 y que hoy recupera la fotografía contemporánea como nos muestra La cicatriz fotográfica.