El proyecto que Luis Gordillo (Sevilla, 1934) presenta en el Casal Solleric es una de sus propuestas expositivas más completas de la última década, la mayor exposición que ha realizado hasta ahora en las Illes Balears. Constantes vitales reúne algunos de sus trabajos principales del siglo XXI con un carácter activo.
El planteamiento general de la exposición es dialéctico y no cronológico. Su intención es descubrir aspectos sintácticos y estructurales que sirvan para entender los modos de funcionamiento del artista, colocando siempre en primer lugar un tipo de praxis experimental que permite muchos desarrollos abiertos, especialmente aquellos que facilitan una constante retroalimentación entre pintura y fotografía, un territorio característico del autor donde la imagen en proceso define configuraciones internas que construyen la obra.
Constantes vitales es una muestra viva pensada con un sentido dinámico, un espacio donde el edificio y la obra mantienen a lo largo del recorrido un diálogo continuo. Su objetivo es implicar el visitante, mostrarle las tensiones y energías que desprende su trabajo desde dentro, ofreciendo una doble perspectiva: una visión macroscópica de familias afines de cuadros o temas recurrentes de su carrera; y una observación detenida de las combustiones, exploraciones y derivas que se generan en el estudio.