Marilén Ribot dirige, produce interpreta este espectáculo de teatro dirigido al público familiar. Se presenta dentro de la IX edición del Festival de Circ d'Alcúdia Circaire.
En Japón existe un arte centenario denominado Kintsugi. Cuando una pieza de cerámica se rotura, la reparan con resina y polvo de oro. Así, se convierte en un objeto único, dotado de una nueva estética y un nuevo valor. Gracias a este proceso de separación y transformación, las cicatrices se transmuten en belleza.
Los seres humanos actuamos en la inversa: muy a menudo, por no sufrir, evitamos mostrar nuestras cicatrices escondiéndonos detrás de una coraza. Este espectáculo nos invita a abrazar nuestras heridas y sufrimientos para aceptarlos y embellecerlos.