Ópera cómica en dos actos y una de las más apreciadas de todas las escritas por W.S. Gilbert y Arthur Sullivan. El coro de Calvià, bajo la dirección de Llorenç Gelabert, nos traslada al Japón imperial gobernado por un Mikado cuyo único defecto, si alguno tiene, es que tiende a castigar los fallos morales con extrema severidad.