Comisariada por Óscar Alonso Molina, este proyecto de Joan Soler se define como una instalación pictórica con obras que se sustentan en un contenido conceptual que indaga la estructura del comportamiento humano.
A través de un juego de relaciones insólitas, las obras de Joan Soler buscan una tensión generadora de reflexión contrapuesta: el gesto impulsivo y el acto mesurado.