Una producción de Germans Memoli con dirección de Jordi Cumelles, dramaturgia de Jordi Cumellas y Enric de las Heras, y música de Biel Pons, fue semifinalista de los premios Bòtil 2011. Habla de avaricia, ostentación, explotación, generosidad, sencillez y respeto por los otros. Es una reflexión divertida y punzante sobre la crítica situación actual.