Cada año, entorno al solsticio de invierno, la Catedral de Mallorca nos regala el espectáculo de un gigantesco calidoscopio de color. Los rayos de luz entran de manera perfecta por el rosetón mayor, el del altar, y salen por el rosetón del portal mayor, el de poniente, de manera que se crea un cilindro de color.
El Museu Es Baluard y la Sociedad Balear de Matemáticas (SBM-XEIX) organizan la observación del efecto lumínico desde las terrazas del museo, situado en el baluarte de Sant Pere, uno de los lugares donde mejor se disfruta del fenómeno.
Tras la observación, se celebra en el Aljub de Es Baluard la conferencia La orientación de las iglesias mallorquinas y los consecuentes efectos lumínicos, a cargo de Joan Serra Busquets.