Gioachino Rossini definió esta composición sacra como "el último de mis pecados de vejez". Y es que, en 1863 el italiano tenía 71 años y llevaba retirado más de tres décadas, aunque seguía siendo adulado por la corte para que escribiera una nueva ópera. Finalmente, decidió componer una misa para la capilla privada de la Condesa Pillet-Will a la que puso por título (no sin cierta ironía dada su extensa duración) Petite Messe Solennelle.
El 26è Festival de Música Clàssica d'Hivern la incorpora en su programa. Con dirección de Joan Laínez, participan el Cor Euroclàssics, Mercedes Darder (soprano), Mar Campo (contralto), José M. Sánchez (tenor), Joan M. Muñoz (barítono), Francesc Blanco (piano) y Maria Victòria Cortès (harmonium).