Esta exposición es la última que pudo presenciar en vida el fotógrafo mallorquín Toni Catany (Llucmajor, 1942-Barcelona, 2013). Estuvo expuesta en la Box Galerie de Bruselas de mayo a julio de 2013 y en octubre se presentaría en la Galería Trama de Barcelona.
Pero con la repentina muerte del artista, el 14 de ese mismo mes, se convirtió en el primer homenaje póstumo dedicado a este fotógrafo autodidacta que llegó a ser Premio Nacional de Fotografía 2001, entre otras muchas distinciones.
En octubre de 2014 se mostró ampliada en Llucmajor y ahora llega al Centre de Cultura Sa Nostra como el primero de los actos organizados por la Fundació Toni Catany, que promueve y gestiona el legado artístico del artista.
El título de Altars profans, su última serie de bodegones, nace de la relación de esta expresión, usada en un texto sobre sus naturalezas muertas, con un recuerdo que le lleva a los meses de mayo de su infancia en Llucmajor, cuando jugaba con sus amigos a imitar los tradicionales altares a la Virgen María que se montaba en la iglesia del pueblo todos los años.