La víspera de la festividad de Santa Úrsula se celebra en Mallorca la llamada noche de las vírgenes, en la que es tradición reunirse alrededor de una mesa para comer buñuelos y tomar vino dulce. Aunque cada vez menos frecuente, todavía hay grupos de muchachos que se juntan para cantar bajo el balcón de las chicas solteras.