Se celebra el domingo siguiente a la festividad de San Lucas (18 de octubre) y es el la primera de las cuatro ferias de otoño de Inca, documentadas desde principios del siglo XIV y que concluyen el tercer jueves de noviembre con el multitudinario Dijous Bo (Jueves bueno). Esta primera feria está dedicada a la artesanía, al producto local y tradicional.