Se celebra desde 1990 organizado por las Juventudes Musicales de Palma y el ayuntamiento de la ciudad. Los conciertos tienen lugar en los meses de julio y agosto en el patio de armas del Castillo de Bellver. El compromiso de este festival es la presentación de jóvenes intérpretes emergentes en el panorama internacional. En ocasiones, la recaudación se destina a organizaciones humanitarias sin ánimo de lucro.