Exposición que recoge una selección de obras de los últimos treinta años de creación del pintor alemán Alfred Lichter. En este periodo, el artista, que anteriormente se había unido a las corrientes de la modernidad mediante su lenguaje pictórico expresivo, persiguió el concepto de pintura abstracta.
Bajo el título de Capriccio agrupó las obras en las que exploró el efecto intrínseco de los medios visuales. Se trata de pinturas sencillas y de rico colorido que se sitúan junto a otras profundamente serias.
En la exposición se pueden ver también impresionantes pinturas de gran formato de los últimos dos años creativos del artista muerto en Alaró en 2012. Son ejemplos las obras Constellation y Ashoka VI.