Se accede a través de la casa de la Almoina, llamada así porque era el lugar donde el cabildo repartía pan y limosna (almoina) a los pobres y enfermos. La fachada data de 1529 y los interiores están decorados con pinturas murales mudéjares. Dispone de tres salas: la antigua Sacristía, de principios del siglo XIV; la antigua Sala capitular gótica, atribuida a Guillem Sagrera; y la Sala capitular barroca, proyectada en 1696 que guarda, entre otras obras, un relicario del siglo XV de la Vera Cruz.
En este punto, merece la pena visitar la Catedral de Mallorca, claro ejemplo del gótico tardío, y admirar las numerosas actuaciones del arquitecto Modernista, Antoni Gaudí, con su imponente baldaquino sobre el altar. También la obra realizada en la capilla del Santísimo por el artista mallorquín Miquel Barceló en 2007. Se trata de un retablo cerámico que se acompaña de mobiliario litúrgico realizado en piedra de Binissalem y compuesto de altar, silla presidencial y dos bancadas. El conjunto recrea la iconografía evangélica de la multiplicación de los panes y los peces y las bodas de Caná.
Entrada general: 4 €
Residentes: gratuito
Del 1 de abril al 31 de mayo y en octubre: de lunes a viernes de 10:00 a 17:15 h.
Del 1 de junio al 30 de setiembre: de 10:00 a las 18:15 h.
Del 2 de noviembre al 31 de marzo: de 10:00 a 15:15 h.
Sábado: todo el año de 10:00 a 14:15 h.