Un documental de Agustí Torres que retrata el proceso creativo del pintor Miquel Barceló en la cúpula de la sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de las Civilizaciones de la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de Ginebra.
Lo que iba a ser un retrato plástico del trabajo del pintor mallorquín, se acabó convirtiendo en un documental con una enorme tensión narrativa, fruto de los problemas que generó en el artista dar forma a una superficie de 1.000 metros cuadrados.
A los pocos días de iniciar el trabajo, Barceló se dio cuenta que los medios técnicos estaban fallando, lo que casi le hace abandonar este ambicioso proyecto. Superados los escollos plásticos, la cúpula de Barceló se convirtió en un mar de colores y estalactitas, con una especie de oleaje que recorre la obra de norte a sur y simboliza la esperanza de renovación de las relaciones geopolíticas del mundo.