Tragedia lírica en cuatro partes con música de Giuseppe Verdi y libreto del italiano de Temistocle Solera, basada en el Antiguo Testamento y la obra Nabuchodonosor de Francis Comue y Anicète Bourgeois. Fue estrenada en 1842 en la Scala de Milán.
Es una obra coral de proporciones bíblicas en la que el coro es entonado por los prisioneros judíos que, recluidos en las riberas del Éufrates, recuerdan con nostalgia la patria lejana y expresan sus ansias de regreso. Se proyecta en directo desde la Scala de Milán.