Con esta exposición, el Museu de Pollença rinde homenaje a Josep Vives Campomar, considerado como uno de los mejores artistas menorquines en la actualidad. La muestra se celebra con motivo de la feria que tiene lugar del 8 al 10 de noviembre en este pintoresco enclave del norte de Mallorca.
Desde su infancia, Josep Vives Campomar (Maó, 1940) ha mantenido una estrecha vinculación con Pollença, donde su padre Joan Vives Llull (1901-1982) pasaba temporadas con la familia y pintaba en una caseta del puerto, muy cerca de donde ahora vive Josep. Estudió en Barcelona y en los años setenta viajó a Italia, aprendiendo las técnicas del grabado. Su obra gravita entre el bodegón y el paisaje, en ellos traslada la realidad a su mundo particular.