Durante siglos, Mallorca fue víctima de contínuas incursiones de piratas que saquearon sus costas. Por ello, se construyó un importante sistema de fortificaciones del que todavía quedan buenos ejemplos. Eran construcciones a cuyo cargo se encontraban los torreros, un oficio que desapareció con la implantación de las nuevas tecnologías.
Alrededor de la exposición No hi ha temps que no torni (No hay tiempo que no vuelva), que puede verse en el Museu d'Història de Manacor hasta el 5 de mayo, se celebra esta conferencia sobre el oficio de torrero en Mallorca. Estará impartida por Àngel Aparicio, presidente del Grupo para el Estudio de las Fortificaciones Baleares.