Maria José Argenzio (Guayaquil, 1977), seleccionada por la revista Vanguardia como una de las 12 mujeres más relevantes de las artes en Ecuador, es una de las grandes promesas del arte latinoamericano actual.
Después de recubrir un árbol de banano en pan de oro en 2010 y construir nueve columnas corintias a partir de fondant pastelero en 2012, la artista retoma los temas del colonialismo y la falsificación del pasado identitario de su país para presentar su primer proyecto producido para La Caja Blanca.
Argenzio evoca la idealización, por parte de la sociedad ecuatoriana, de las estructuras sociales importadas en época colonial, a través de materiales engañosos que representan la falsa opulencia. Sus magníficos tejidos bordados son realizados por artesanos tradicionales para construir una iconografía nostálgica que denuncia el rechazo de esta sociedad hacia los orígenes ancestrales indígenas.