Un espectáculo visual interdisciplinar que habla de las secuelas del amor, de los lazos afectivos que nutren nuestra existencia. También de la codependencia, la pérdida y duelo en la vida de pareja. No deja de ser un grito de impotencia ante la fatalidad efímera de la existencia, un canto desgarrado, un blues que nos habla de la estela que deja la ausencia de aquello que amamos.
Se trata de un diálogo entre tres disciplinas. La imagen de vídeo funciona como un apoyo a la performance, mientras que el texto constituye la banda sonora. Se pone en escena dentro del Festival Internacional de Danza Contemporánea. Palma amb la Dansa.