Para Pep Canyelles, este proyecto que ahora presenta en la galería Espai H.C. Lluc Fluxà es especial por varias razones. Por un lado, porque es una reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez - ese lugar al que todos estamos abocados-, la soledad y la memoria. Por otro, porque es un proyecto gestado, desarrollado y vivido junto a su hija Elisa Canyelles. También es el final de una trilogía, en la que el artista ha estado trabajando en los últimos años y que completan Territori ocupat y Territoris vigilats.
Futur imperfecte engloba varios soportes para contarnos una historia que no es otra cosa que el recorrido que hacemos en la propia vida. En Joguines, una selección de pequeñas esculturas-jugutes, nos acerca a ese territorio que llamamos infancia en el que echamos las raíces sobre las que se va a desarrollar el árbol de nuestra vida de adultos.
El libro Efectes secundaris contiene una recopilación de poemas visuales, consistentes en imágenes de objetos guardados en frascos de cristal, relacionados con la memoria, y acompañados de poemas escritos entre 2005 y 2009. Además, incluye algunas de las charlas mantenidas durante un periodo de tiempo con ancianos de una residencia y que forman parte del cortometraje Iaia, que pone el broche a este proyecto sobre el paso del tiempo. En Iaia participan Aina Segura, Esperança Font y Elisa Canyelles.
